Esqueleto de un conejo
4ª SESIÓN
Estudiar la anatomía ósea de otro mamífero nos pude llevar a comprender nuestro propio organismo y algunos procesos como el parto. Para ello, a partir de un conejo comprendo en supermercado, vamos a montar su esqueleto.
Después de haber extraído todas las vísceras y toda la carne que pudimos sin dañar los huesos, teníamos que preparar el esqueleto. Lo primero que hicimos, bueno lo hice yo, fue cocerlo para facilitar la eliminación de la carne. Quitamos, manualmente, toda la carne y, cuando estaban prácticamente limpios los huesos nos ayudamos con el agua del grifo. Tuvimos especial cuidado para no confundir ni mezclar los huesos. Para ello, los colocamos cuidadosamente en las bandejas de disección.
Esta operación es conveniente llevarla a cabo con paciencia, ya que es bastante laboriosa.
Terminada la limpieza manual, para eliminar todos los restos, bañamos los huesos en alcohol para eliminar restos grasos.
Como algunas partes del esqueleto fueron difíciles de limpiar, sobre todo la cabeza, recurrimos a la ayuda de los insectos. Dejamos por tres días la cabeza cerca de un hormiguero y el resultado fue espectacular ya que las hormigas dejaron el cráneo completamente limpio.
5ª SESIÓN
Una vez limpio y blanqueados los huesos, procedemos al montaje.
Utilizamos alambre para dar forma a la columna vertebral y silicona para unir los huesos. Fue un trabajo muy laborioso pero el resultado, como podéis ver, merece la pena.
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